La reentré otoñal la celebré cenando con un viejo conocido de batallas de sábado noche: Jägermeister. Esta vez, mi amigo de juergas incansables, vino erguido y con una porte impecable, lejos de querer bebérmelo a sorbos rápidos, me sorprendió esa noche y demostró que es algo más que recuerdos trasnochados. Me invitó a mí y a otros blogueros gastronómicos a compartir un menú inspirado en su fluida química de la mano de La Mojigata (Top en caterings a nivel nacional). En un primer lugar nos convocó en un ático con terraza y espectaculares vistas de Madrid, pero la lluvia impidió el reencuentro al aire libre y la #TerrazaJäger se reinventó en otro fabuloso espacio. Llamadme “peliculera”, pero creo que la lluvia creó una entorno más cálido y nos trasladó a un “piso como neoyorkino” de toques industriales y aires bohemios. Ni tan mal ese revés que se propició en el último momento. A pesar de que muchos de nosotros no nos conocíamos de forma personal, nos adentramos en interesantes conversaciones entre plato y plato. No sé yo si fue el efecto “subidón” del chupito final tras la cena, pero acabamos brindando con un calor hogareño que ni en las mejores familias.
Esta iniciativa la desarrolló la Agencia de Comunicación Edelman y tuve el placer de conocer a muchos de sus integrantes en esta cena molona.
Nada más llegar, nos recibieron con música a cargo de Trajano y con mojitos de Jägermeister más que adictivos. Una buena fórmula de estrechar la mano y empezar a investigar el espacio.
Después de hacer las primeras presentaciones y “blablablear” un rato, empezó la cena inspirada en todos los ingredientes que componen el Jägermeister: El jenjibre, la canela, el anís estrellado, el cardamomo o la ralladura de naranja. ¡Boom: explosión de banquete!
Una vez sentados todos alrededor de esta exótica mesa, las primeras palabras de Natalia, una de las artífices de la Mojigata, descorcharon las ansias de probar el menú preparado para la ocasión y bendijeron el paso a los primeros platos en nuestros estómagos.
(Natalia de la Mojigata)
El menú de la Mojigata:
1.Ensalada alemana de remolacha marinada y manzana con salsa de rábano picante.
2. Carpaccio de rape a la naranja con salsa de cítricos y cilantro.
3. Mini fondues individuales de quesos suizos con Jägermeister y encurtidos servida en pan pretzel casero.
4.Brochetas de pollo de corral a la barbacoa con salsa de cardamomo.
5. Mini tosta de roastbeef de ternera bio sobre cracker de anís, lascas de hinojo, pistachos y aceite de sésamo.
6. Creppe de cacao puro con Nutella casera de Jägermeister y naranja confitada con chupito helado de Jägermeister.
En resumen, ¡la Mojigata estuvo de traca! y nos proporcionó bocados trendies, rebañados bajo el influjo Jägermeister, allí presente en cada plato. Un festín de combinaciones variadas, a su vez saludables, delicadas y efímeras. Nada aburridas y con ese factor sorpresa que tanto me gusta. Espero que patenten próximamente el término “CenasJäger” porque podrían convertirse en un hito gastro cada año.
Todo empieza y todo acaba amigos. Saludos sabrosos y mordiscos cordiales.
Jolin que hambre me acaba de entrar!!! Que buena pinta todoooo!!
La verdad es que no déjamos nada 😉